sábado, 13 de noviembre de 2010

Yo también soy Nuria

“Yo también soy Nuria” y temo que me investiguen por plantar cara a Montilla

Ante el impacto mediático que han tenido las preguntas que Nuria Gómez realizó en los programas de televisión “Tinc una pregunta per a vostè” preparados para las elecciones catalanas de noviembre 2010, en las que puso contra las cuerdas a José Montilla y a Joan Puigcercós, y muy especialmente ante el sorprendente artículo de Fidel Masreal publicado hoy en El Periódico, el Foro de Vida Independiente y Divertad (FVID) quiere manifestar que:

* Nuria Gómez formuló una pregunta relacionada con el desarrollo e implantación del Artículo 19 de la Convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad (diversidad funcional), que establece la obligación de los Estados a proporcionar la asistencia personal necesaria para garantizar el derecho a una vida independiente. Es evidente que hizo referencias personales en aras de la simplicidad imprescindible para los pocos minutos disponibles, y no para buscar una solución personal a su caso concreto.
* El FVID se siente plenamente representado y reflejado en la pregunta formulada. Resulta incomprensible que, ante un problema de derechos humanos de todo el colectivo, el presidente de la Generalitat intentara llevar la solución a un caso personal.
* Sorprende que un medio de comunicación que recibe 2'72 millones € en subvenciones dedique estos recursos públicos a investigar y publicar datos confidenciales de ciudadanos que plantan cara al poder político reivindicando los derechos humanos de un colectivo sistemáticamente discriminado.
* El periodista miente al afirmar que Nuria "“ocultó una parte sustancial de su vivencia”", o al decir que presentó "“falso testimonio ante las cámaras”". Es absolutamente cierto que la Ley de promoción de la dependencia sólo le otorgaría 1 hora y 15 minutos de asistencia, y eso nada tiene que ver con su participación en un programa experimental y graciable.
* Produce estupefacción que se señale la participación de Nuria en un proyecto piloto como un privilegio, en lugar de como parte de la lucha para conseguir el respeto por los derechos humanos y la libertad del grupo humano que históricamente más ha sufrido la discriminación y la exclusión social.
* Invitamos a la prensa social a interesarse por el hecho de que se dilapiden cientos de millones de euros en negocios tan “transparentes” como la contrucción de residencias, para que las personas vivan recluidas en instituciones con un coste 3.231 € mensuales por plaza, frente a los 2.700 €/mes que cuesta proporcionar libertad y vida independiente a las 8 personas, que participan en el proyecto piloto del Ayuntamiento de Barcelona, generando 21 empleos directos sin intermediarios. Quienes viven recluidos sin poder alzar su voz ante el poder político lo agradecerán.
* El FVID reclama la adecuación de la Ley de Promoción de autonomía personal y la dependencia a la Convención de la ONU. Demandamos que la campaña electoral sirva para dar un giro a las políticas, sociales primando el derecho de las personas con diversidad funcional a elegir su manera de vivir. libremente y en igualdad de oprtunides y recursos.
* Todos los hombres y mujeres del FVID nos sentimos víctimas de una investigación al servicio del poder político y de otros intereses que nada tienen que ver con la voluntad de transformar las políticas sociales para respetar los derechos humanos y en España.

Se pueden ver las preguntas de Nuria Gómez a José Montilla y Joan Puigcercós en:

* http://www.forovidaindependiente.org/node/288 - Montilla
* http://www.forovidaindependiente.org/node/291 - Puigcercós

13 de noviembre de 2010

Foro de Vida Independiente y Divertad

¡Quederemos "Divertad"!

¡Derechos Humanos YA!

www.forovidaindependiente.org

www.derechoshumanosya.org

1 comentario:

Eduardo dijo...

Representar al colectivo con diversidad funcional física debe ser complicado. En los servicios residenciales, lo primero que se pierde es esa identidad social de naturaleza económica. En un servicio residencial no hay clases sociales, pero no se pierde la identidad cultural asociada al estatus económico anterior al ingreso. Eso es algo que dificulta una oposición comunitaria, pues la cultura comunitaria o convivencial no es una ideología. La alternativa a los servicios residenciales, para la comunidad con diversidad funcional física, no puede ser un asunto individual o personal, una estrategia puntual u oportunista. Por eso, comento que ha de ser difícil representar a un colectivo que ahora puede mostrar una ideología común, pero no quizás una cultura comunitaria o convivencial igualmente común.